Estos tres elementos están completamente relacionados entre sí y a través de ellos expresamos o manifestamos todo lo que realizamos durante cada episodio de nuestra vida; tenemos un pensamiento luego lo reflejamos en nuestras emociones y al hacerlo nace la acción expresada en lo material. Si el pensamiento es positivo, se verá reflejado a través de emociones positivas, como el amor, la comprensión, la alegría y al nacer la acción manifestamos o materializamos en la materia el mismo tipo energía que la originó. ¿Qué ocurre entonces si nuestros pensamientos son negativos? en este caso ocurriría lo opuesto, estos pensamientos atraerían sentimientos negativos, como rencor, odio, envidia y la expresión física de esta energía se manifestaría materialmente en situaciones asociadas a este tipo de emociones.